Uno de los máximos referentes de River hizo declaraciones lamentables y anacrónicas, en un contexto donde los presidentes de ambos clubes gigantes demuestran haber fumado la pipa de la paz.
La situación en Argentina va de mal en peor, desde hace años. Día a día se libra una lucha en contra del odio y el resentimiento. En este contexto el fútbol toma un papel importante en la superación de la violencia.
Claro que existe el “folclore” del deporte, los cantos, risas y burlas. Sin embargo siempre hay un límite, una barrera que -de pasarse- alimenta esa violencia y resentimiento.
Para que la situación cambie, los dirigentes, ídolos y jugadores tienen que tirar para el mismo lado. Cada acto que realicen significa y demuestra ese deseo de que el fútbol aporte a la comunidad y al bienestar en general.
Por ejemplo, Jorge Ameal y Mario Pergolini decidieron quitar los acrílicos del estadio, para mejorar la experiencia del hincha en La Bombonera. El pacto era que haya reciprocidad con buen comportamiento.
Y comentaron que si el socio y la socia responden de buena manera, quitarán el acrílico de atrás de los arcos.
Por otro lado, el presidente de River, Rodolfo D’onofrio, mantuvo contacto directo y reuniones con Jorge Ameal para llegar a una buena relación, con el objetivo de estar -desde fuera de las canchas- aportando armonía y cordialidad en el fútbol argentino.
Después de tanto tiempo de peleas, insultos y manos negras permanentes entre Boca y River, se están iniciando senderos de acuerdos.
Sin embargo, algunos pareciera que no quieren aceptar el buen ambiente y hablan de más, generando conflictos donde no los hay.
El “ídolo” de River, Norberto Beto Alonso, se dedicó a criticar a Daniele De Rossi (?). Lamentable e insólito. Dijo -en referencia la tano- que “tenía miedo de que le agarre un paro cardíaco, porque cruzaba la cancha y terminaba ahogado».
«Lo del problema familiar fue verso. Le deben haber dicho que se vaya porque no tenía lugar», se aventuró a decir. ¿Qué fuentes tiene para decir algo semejante?
«Era tener un abuelo”, disparó. El ex jugador habló en FOX Sports y agregó que “el único equipo que juega bien es River». Hasta ahí estamos de acuerdo. Pero después vociferó: «Boca no puede ni con 12”. Dichos que no aportan en nada.
¿De qué te sirve salir a criticar a un jugador que hizo una carrera ejemplar como la de De Rossi? No entendemos. Para cerrar la nota, dijo que si Román lo invita a un palco, aceptaría, como lo hizo con Ricardo Bochini.
Es decir, después de pegar y pegar de forma artera, quiere sentarse en un palco con nuestro mayor ídolo. Beto, fuiste muy grande para River y para el fútbol argentino. No arruines tu reputación y sumate al sendero trazado por los actuales dirigentes. Dale.
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